Se trata de una
teoría de influencia neoweberiana, debido a que sigue defendiendo la postura
weberiana de que cada individuo se autoescribe a un grupo social de forma
individual, la cual constituye una fuerte crítica al funcionalismo, sobre todo
una crítica al capital humano de Becker y Shultz; ya que opina que la escuela
debe enseñarnos los conocimientos adecuados y a aprender a diferenciar los
conocimientos verdaderos de los falsos y no dar únicamente importancia a los
títulos este suceso se le denomina inflación artificial de la educación, es
decir a la producción masiva de titulado debido al crecimiento de la burguesía
en el Estado y a las grandes corporaciones, en otras palabras hay más títulos
que trabajo.
Sin embargo, la obtención de títulos aporta en el individuo un
mérito pero no un valor.
EN DEFINITIVA: Lo que la escuela debería hacer es enseñarnos
conocimientos generales para así poder ejercer cualquier tipo de trabajo y por
lo tanto, mayores posibilidades de conseguir un puesto de trabajo y no dar
máxima importancia a los títulos que lo único que nos aportan son méritos no
valores.
También piensa que el verdadero causante de la crisis no es
la guerra, sino el capitalismo, ya que éste se ha adueñada de los recursos de
los propios países, por ejemplo del petróleo, el cual antes poseía poco valor,
pero ahora cuesta mucho debido a que es una potencial fuente de ingresos.
Contra más analfabeta sea la población, más fácil de dominar
será y más control habrá en la información y en los medios de comunicación
dándose así el etnocentrismo, es la toma de referencia de uno mismo sobre la
que se construye el resto de los discursos. La discriminación se produce porque
se utiliza un lenguaje etnocentrista y todo aquello que sea contrario a lo
dominante, será negativo y cuando éste fracasa se transcribe como la
justificación de su fracaso.
Uno de los casos históricos más ejemplificadores sobre éste
tema es sobre Hitler y su desprecio hacía la cultura judía
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